¿Lejos del Perú y tú sin poder obsequiar nada?...

Ya no tiene porqué ser un problema.

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lunes, 11 de abril de 2016

Chocolates Sublime: SI Quieres obsequiar en Perú, ésta es una buena Opción

¿Complicado con regalar en Perú? Es verdad, cuando estamos lejos los problemas se multiplican, no hay cómo hacer llegar un sencillo obsequio. A veces, lo sabemos, ese familiar no espera recibir un obsequio del tamaño de una casa. Le bastará una cajita pequeña, una rosa, una comida, algo de ropa. Un presente que le haga sentirse querido, amado o amada.

Y nosotros lejos. Atados de manos, llamaremos al teléfono, nos conectaremos al Skipe, y chau, las palabras se las llevarán los vientos o los cables del PC y más nada. ¿Por qué? Las cosas no tienen que ser así. Podemos hacernos presentes con un obsequio materialmente si usamos las nuevas tecnologías que facilitan las tiendas on-line presentes en nuestro país.

Hoy te sugerimos un regalo de los más sencillos. Parece muy simple, pero la simplicidad es a veces lo más valioso. ¿A qué peruano o peruana no le gusta un chocolate Sublime? Pero, ¿vas a obsequiar un sublime? ¡Obséquiale una caja de sublimes¡ Así, esa persona te tendrá presente por días mientras va consumiendo poco a poco la caja de 24 sublimes que le habrás hecho llegar a través de la tienda online.

Pero es bueno saber algo más acerca del sublime. Veamos algunas cosas acerca del más clásico de los chocolates peruanos.

El chocolate Sublime apareció en nuestro país en el año 1926. El pasado año 2,013, cumplió 85 años. Con ese motivo el fabricante lanzó al mercado una edición conmemorativo del delicioso chocolate, la versión en papel manteca, su envoltura clásica que por décadas los peruanos tuvimos en las manos al consumirlo, envoltura que con los años dio paso a una más moderna envoltura de papel platino. Otro dato es que como sabemos el Sublime Donofrio perteneció a la emblemática empresa Donofrio. Con el tiempo ésta fue comprada por la transnacional Nestlé que ha continuado fabricando el chocolate Sublime y otros productos muy exitosos de Donofrio, como el panetón.

El Sublime es un chocolate popular que la nostalgia peruana hacer llevar hasta lugares remotos de EEUU, Europa y Asia. En Perú, según el gerente de Confitería de Nestlé, señor Rafael Danieluc, el año pasado se consumieron 5 Sublime por segundo ¿poco o mucho? Lo cierto es que el Sublime es el chocolate más vendido en el Perú desde lejos con una cuota de mercado fabulosa que alcanza al 25%. Es decir, uno de cada cuatro chocolates que se venden en Perú, en todas las marcas y presentaciones, es un SUBLIME.

Y ahora ¿Te animas a obsequiar a tus seres queridos en Perú una caja de 24 Sublimes Donofrio? No te fuiste hasta el extranjero a hacer tuyos tus sueños para ser un amarrete. Has tu pedido ya mismo y sorprende a tus seres queridos en Perú. ¿O deseas más opciones? ¿Acaso un Chocolate de La Ibérica? Eso será en un siguiente post. Hasta la vista peruanos.




Pueblo Libre, 12 de abril del 2016 (210914)

lunes, 10 de agosto de 2015

¿Cómo reconocer un buen chocolate?

¿Sabías que la mayor parte de chocolates que se consumen en Perú no lo son?


Pues así es. Según las normas técnicas peruanas, en Perú un alimento para ser considerado chocolate debe poseer 35% de su contenido de cacao. Pero en nuestro país los fabricantes no siempre cumplen con esta norma. ¿Cómo saberlo para reconocer si es un buen chocolate? Examinando la información de las etiquetas. Sin embargo los fabricantes peruanos no incluyen ésta información aduciendo que esto es parte de su “secreto”, de su “fórmula del éxito”. Con ello como excusa evitan informar en las etiquetas del porcentaje real de cacao que contienen. En otros países dicha información es obligatoria. Cuando un alimento no cumple con las normas nacionales para ser considerado un chocolate, se convierte en una “golosina”, no en chocolate.

Incluso nuestro conocido y querido “Chocolate Sublime de D'onofrio” no es un chocolate, sino una golosina constituída de grasas vegetales hidrogenadas.

¿Y cómo reconocer un buen chocolate?


·         Hay varias formas, la primera es la información de las etiquetas que debe indicar como ingredientes Pasta de Cacao o Manteca de Cacao en porcentaje no inferior al 40%

·         Otra forma de reconocer un buen chocolate es partirlo. Al hacer esto, el buen chocolate deja sonar un característico “crack” que indica que ha sido bien trabajado. Igualmente, al partirlo en su interior el color debe ser uniforme y no presentar matices blancos.

·         Otra forma de reconocer un buen chocolate es que éste, no deja en nuestra boca una sensación arenosa o grasosa. Finalmente debemos decir que al tacto, el buen chocolate tendrá una textura fina y sin grumos.

Ahora que sabemos cómo reconocer un buen chocolate, exijamos calidad, información en las etiquetas y buenos productos para nuestros sentidos. Así alcanzaremos todos los beneficios que proporciona a nuestra salud un buen chocolate.


10 de agosto del 2015

sábado, 25 de abril de 2015

La Historia de Razzeto

La historia de los hoy afamados productos Razzeto empieza en 1953, cuando Abelardo Razzeto y Dragui Nestorovic, que trabajaban en la hacienda Chiclin, deciden independizarse. En esos años el mercado regional de los embutidos era dominado por los Productos Chiclin, manufacturados en la hacienda del mismo nombre,  y propiedad de la familia Larco Hoyle.

La novel compañía formada por ambos amigos pasó a llamarse “Razzeto y Nestorovic”.  Abelardo era hijo de don Francisco Razzeto, quien trabajaba en la haciendo Chiclin como salchichero, y quien transmitió sus conocimiento a Abelardo, que pasaría a ocuparse de los aspectos de la producción, mientras Dragui Nestorovic, gracias a su habilidad se encargaría de lo concerniente a la comercialización.

El clásico Hot dog Rojo de Razzeto
Al cabo de algunos años, los productos Chiclin dejaron de producirse. Esta situación fue bien aprovechada por Razzeto y Nestorovic para consolidarse en el mercado. Su estrategia fue la de ofrecer productos de buena calidad, para ganar mercado rápidamente y acumular ganancias. La división de la familia Larco Hoyle, propietaria de la hacienda Chiclin, les puso entonces la oportunidad de oro que les permitió consolidarse como el líder regional  casi en solitario, en producción de productos cárnicos.

Hasta 1977 su planta de producción funcionó en la Avenida Carrión, en Trujillo,
a pocos metros de la avenida España. En ese año se mudan a su actual planta y fábrica de la Urbanización Santa Leonor, en la cual en el año 2011 invirtieron más de un millón de dólares en la modernización de su maquinaria, mejora de sus procesos y renovación de la planta. Todo ello con el objetivo de mantenerse en los mercados ya conquistados y sumar otros nuevos. Los mercados que ya abarcan son Arequipa, Lima, Huancayo, Huaraz, Chimbote, Cajamarca, Piura, Jaén, Bagua, Tumbes y Tarapoto, Amazonas, Lambayeque, entre otros.

Algunas Cifras de Razzeto


Productos Razzeto gracias a la calidad de sus productos y al precio competitivo de estos tiene casi un monopolio en la producción de embutidos en la zona norte del país, siendo considerado además el más grande productor de productos cárnicos del país. Sus cifras en el norte del Perú, según estudio de Arellano Marketing en el 2011,  son las que siguen:

En Piura, Razzeto tiene 68% del mercado. San Fernando 16%
En Chiclayo, Razzeto 58% del mercado; San Fernando 17 %
En Trujillo, Razzeto 80% del mercado; San Fernando 13%
En Cajamarca, Razzeto 39%; San Fernando 24%

Como se ve, todo un éxito que añade un motivo de orgullo más a la ciudad de Trujillo.


Productos Razzeto : Jamón, Jamonada, Hotdog, 



Lima, 25 de abril del 2015

lunes, 20 de abril de 2015

Historia de D'onofrio

El nombre D'onofrio, ligado por décadas al Perú, por su relación con el negocio de helados y golosinas, proviene del apellido de Pedro D'onofrio, ciudadano italiano natural de Sessa Aurunca, Caserta, donde nació en 1859. Fue un emprendedor e intrépido itálico que a los 21 años dejó su tierra para ir en busca de la tierra prometida en Argentina, cuando Buenos Aires empezaba a surgir y se necesitaba mucha mano de obra.

Estando en Argentina, don Pedro recibe una carta que decide su futuro y que repercutiría en muchas generaciones de peruanos. La carta fue remitida desde de Buenos Aires,  por Don Raffaele Cimarelli, amigo de D’onofrio, propietario de un carrito de helados, quien le ofrecía el traspaso de su negocio. Donofrio aceptó la oferta, abandonó su trabajo en Rosario de Santa Fe y viajó a Buenos Aires. En esa ciudad aprendió a preparar helados y compró el carrito con todo el equipo.

El nuevo oficio le fue muy favorable. No obstante, en 1888 Don Pedro volvió a Italia para visitar a su madre, señora Gesualda. Estando allí conoce a Raffaella Di Paolo, señorita sencilla, decidida y entusiasta. Se enamoran y contraen matrimonio y regresan juntos a la Argentina.


Símbólico Helado Peziduri Donofrio

Raffaele Cimarelli reaparece en la vida de los D’onofrio, para animarlos a trasladarse a Richmond donde se encontraba. Los anima por el buen clima, favorable al consumo de helados. La familia D’onofrio se reúne con Cimarelli y don Pedro se dedica nuevamente a lo que sería el trabajo de toda la vida: preparar y vender helados. Con el paso del tiempo el negoció properó. La familia creció. Los D'onofrio ya eran cinco y había que producir más. Pedro y su esposa Raffaella empezaron a pensar dónde poder establecerse para agrandar el negocio. En ese punto se cruza nuevamente Don Raffaele Cimarelli, que se encontaba en Perú y les aconsejó trasladarse a Lima, por su buen clima favorable para el consumo de helados.

Pedro D’onofrio en el Perú

Los D’onofrio llegan de EEUU a Lima en 1897. Traen un carro de madera a tracción humana que se convertiría en la carretita fundadora y piedra angular de la gran industria de los helados D’onofrio en el Perú.

Ya en Lima, la familia D’onofrio se ubica en diferentes barrios como el de Chacarilla, donde permanece hasta 1914, en que se trasladan a un local de la Av. Grau. La figura de don Pedro D’onofrio se va haciendo conocida, así como el característico toque de corneta que anunciaba  sus productos a su paso por las calles limeñas.


Primera Fabrica en 1910

Unido a estos recursos marketeros de la época, estaba la simpatía por la apuesta figura de don Pedro y la bondad de su producto, un helado de crema denominado "imperial". Para la fabricación de sus helados, D’onofrio traía nieve de los andes. En 1908 por consejo de un ingeniero norteamericano, compró una planta para la fabricación del hielo artificial. El negocio siguió prosperando y aumentaron las carretas que don Pedro hizo fabricar con diseño propio.

El negocio continuó avanzando. Don Pedro D’onofrio hizo venir con él a un sobrino, Domingo, y a dos hermanos de su esposa: Amadeo  y Orlando Di Paolo. En Perú la familia D’onofrio también había crecido con nuevos integrantes : Amelia, Pedro, Luis, Umberto, Yolanda y Clelia. Antonio, el hijo mayor había ido a Italia para cursar estudios. En 1911, a los quince años de edad fue llamado de regreso al Perú para formarse como sucesor: Antonio D'onofrio Di Paolo, primogénito de los D'onofrio se hallaba al frente del negocio. Entonces éste sugirió a su padre tomar un merecido descanso. Habían transcurrido veintidós años desde su llegada al Perú. Los esposos D’onofrio resolvieron volver a Italia y Antonio recibió en traspaso la fábrica de helados con once carretas, una por cada hijo que tuvo la pareja. Tres de los menores hijos acompañaron a los esposos a Italia: Luis, Yolanda y Clelia. Transcurrieron 14 años antes de que don Pedro regresara nuevamente al Perú, tierra por la que sentían un profundo amor. Cuatro años más tarde en 1937, don Pedro D'onofrio Di Resta murió a la edad de 78 años, dejando una herencia de trabajo a las generaciones que lo sucedieron.

Antonio D’onofrio, sucesor de don Pedro Donofrio

Transcurrieron ocho años desde que en 1911 Antonio interrumpió sus estudios en Italia, hasta 1919 en que mudaron la razón social por la de "Antonio D'onofrio sucesor de Pedro D'onofrio”. El deseo de don Pedro de preparar al primogénito como su sucesor se había transformado en realidad.

En posesión del negocio, Antonio se impuso la tarea de ampliarlo y modernizarlo. Los helados se vendían cinco meses al año; era necesario extenderlo a una industria que estuviera activa en cualquier época el año; para ello creó una fábrica de chocolates de alta calidad, de la que carecía hasta entonces el Perú.

La primera fábrica de chocolates con equipo industrial adquirido en Europa, se instaló en el año 1924 en el jirón Cotabambas, junto a la planta de hielo y helados. En el 1932 volvió a Perú Umberto D'onofrio di Paolo, con el título de Ingeniero Agrónomo. Había viajado a Italia en 1914 con su hermano Pedro D'onofrio di Paolo. En 1933 regresó Luis D'onofrio di Paolo, con avanzados estudios y amplia experiencia técnica en la industria dulcera. El aporte profesional de los hermanos D'onofrio que regresaron de Italia, permitió a la industria familiar crecer y producir helados y chocolates además de caramelos, galletas y golosinas de todo tipo.

El crecimiento de la industria era tan evidente año tras año que obligó a la empresa a cambiar de local. La nueva sede fue fijada en terrenos del ex fundo Aramburú, sobre un área de 36,000 m2 y con frente a la Av. Venezuela. Era el año 1950. Once años después se produjo el traslado de la planta de helados, modernizada totalmente con equipos para la producción de helados tipo "ice cream".

El Panetón D’onofrio

En esos años Antonio llegó a un importante acuerdo con la firma Alemagna de Milán, comprando la fórmula para la producción del Panetón D'onofrio y el derecho de utilizar la confección característica del producto Alemagna que simbolizaba con la A el duomo de Milán. D'onofrio lo hizo con la D. Fue el primer panetón que entró en el Perú, una tradición navideña italiana que el Perú acogió con verdadero entusiasmo.




La familia siguió trabajando con dedicación, mejorando productos, procesos, innovando y creando puntos de venta y confiterías.  D’onofrio se convirtió en un imperio comercial que fue adquirido en el año 1997 por Nestlé Perú y que hoy conserva su fábrica en el mismo local de la Avenida Venezuela revalorando la tradición de este nombre querido y apreciado por todos los peruanos.